6.500 bombardeos: así protege la OTAN a los civiles libios

Ayer martes la OTAN dijo haber llevado a cabo 6.500 bombardeos aéreos en Libia tras haber asumido el mando de las operaciones militares el pasado 31 de marzo.

La alianza tuvo la desfachatez de reiterar  que su misión en Libia busca la aplicación de un embargo de armas, lograr que se respete la zona de exclusión aérea y tomar medidas para proteger a los civiles.

Los ataques aéreos han asegurado la supervivencia de los terroristas  en el este de Libia, pero no han conseguido que doblegar a las fuerzas de Gadafi en el occidente del país.

Aunque la OTAN insiste en que la salida de Gadafi no es su objetivo, los países que componen la alianza asesinaron,  a principios de mayo, al hijo menor del líder libio , Saif al Arab (29 años), su nieto Saif (2 años e hijo de Mohamed Gadafi) y sus nietas Carthage (de 3 años e hija de Hanibal Gadafi) y Mastura (de 4 meses e hija de Aisha Gadafi), así como amigos y vecinos, durante un bombardeo al complejo residencial donde vive Gaddafi.

Más mentiras

Según uno de los portavoces del terrorista Consejo Nacional  Transitorio, sus mercenarios están consiguiendo replegar al ejército libio y estarían a punto de tomar una  pequeña ciudad  llamada Ziten, cercana a Misrata.

"Si los avances de las últimas 24 horas se repiten, mañana estaremos a las puertas de Zliten", situada a unos cuarenta kilómetros de Misrata, afirmó  Haj Mohamed, encargado de operaciones del frente oeste de Misrata.

No obstante las alucinaciones de los terroristas, El País publicó hoy una nota titulada “Los rebeldes se quedan sin petróleo”, y en ella asegura que “los ataques de los leales a Gadafi contra los yacimientos del este de Libia obligan interrumpir la producción de crudo para financiar el conflicto”.

Falsimedia por su parte, está intentando hacer crecer el rumor de que Gaddafi estaría muerto y  que eso ha provocado ya el derrotismo entre el pueblo.

Si los derrotados impiden que los terroristas trafiquen el petróleo libio, entonces ha esperar más desanimo.