Joaquín Pérez, Olga Benario y el silencio de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad
Kaos en la Red
Heinz Dieterich
1. La memoria del terror
La gravedad de la entrega ilegal del ciudadano sueco Joaquín Pérez Becerra al gobierno colombiano, por parte del gobierno de Venezuela, es comparable a la entrega de la revolucionaria alemana Olga Benario a los Nazis, realizada por el régimen desarrollista del General Getulio Vargas, de Brasil, en 1936. Entregada a la Gestapo, los Nazis la mataron en 1942 en el campo de exterminio Bernburg, en una cámara de gas.
En la última carta a su compañero Carlos Prestes y a su hija, se despide con estas palabras: “He luchado por lo justo, por lo bueno y por lo mejor del mundo... Quiero que me entiendan bien: prepararme para la muerte no significa que me rinda, sino saber hacerle frente cuando llegue".
2. La petición de Pérez Esquivel a Chávez
Ante la gravedad del precedente de la extradición ilegal de Joaquín Pérez, ha sido vergonzosa la actitud de la llamada “Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad”. Antes de la extradición, un pequeño grupo de los más de seiscientos intelectuales que conforman la red, mandaron un comunicado a Chávez, solicitando que no entregara al detenido. Es notorio, que la mayoría de los principales operadores de La Red y beneficiarios de las prebendas del Estado venezolano en América Latina y Europa, no firmaron el comunicado.
El grupo, encabezado por Adolfo Pérez Esquivel, se dirige al Presidente diciendo: Sabedores de su integridad moral, de su consecuencia política y de su convicción en la justicia que todos compartimos, nos dirigimos a Usted con la angustia de ver que Joaquín Pérez Becerra, perseguido del gobierno colombiano, sea puesto en manos de torturadores y verdugos con una larga y conocida historia de crímenes, violaciones a los derechos humanos, violencia y crueldad.
Cierran el comunicado, diciendo: Por eso le pedimos Comandante Chávez, compañero, amigo, que no entregue a Joaquín Pérez Becerra a la tortura y la muerte. Está en sus manos torcer la historia y renovar la esperanza.
3. La sección venezolana y cubana de La Red
Pese a que La Red es un producto del Comandante Fidel Castro ---historia que relatarémos en otra aportación--- el silencio de la sección cubana de La Red es comprensible. Ningúna instancia cubana puede criticar públicamente la decisión de Chávez, porque el petróleo venezolano es vital para la sobrevivencia de la Revolución.
La sección venezolana, en cambio, ratificó de facto la actuación del Presidente mediante una declaración, que fue firmada incluso por el ex jefe guerrillero y hoy ministro, Alí Rodríguez. La razón es clara. La Red es un aparato ideológico estatal y ninguno de los intelectuales oficialistas « bolivarianos », al igual que sus homólogos oportunistas internacionales, quiere perder las mieles del poder. Reconocen los límites de su libertad comunicativa ante el discurso políticamente correcto. Por si alguién tenía dudas al respecto, el Ministro de Comunicación Andrés Izarra se le refrescó la memoria, con un simple acto burocrático. Despidió a la directora de la Radio del Sur, Cristina González, por haber cumplido con su deber profesional y reportar objetivamente sobre la extradición ilegal. Dado, que al Presidente Chávez le gusta el micro-management del Estado, no cabe duda que la decisión fue suya.
Seguir leyendo aquí
0 comentarios